jueves, 8 de marzo de 2012


GRATITUD Y RESPETO A TODAS LAS MUJERES DEL PERÚ
En el día internacional de la Mujer quiero dirigir mi saludo, gratitud y reconocimiento especial a todas las mujeres del mundo, a la madre, esposa, hija, hermana, consagrada, de manera particular a las mujeres trabajadoras de nuestro querido Perú, quienes con la intuición propia de su femineidad enriquecen la comprensión del mundo y contribuyen a la estabilidad y progreso de las familias y de las relaciones humanas.
Doy gracias a Dios por su designio de amor sobre la mujer, por su especial peculiaridad que se manifiesta en ternura, esfuerzo, generosidad, fidelidad y heroísmo; y que encuentra su más profunda identidad en la realización de sus propios proyectos y en la consolidación de la familia, célula fundamental y motor de la sociedad.

Debemos reconocer que somos herederos de una historia de enormes condicionamientos que han hecho difícil el camino de la mujer, en ocasiones despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud.
Es la hora de mirar con valentía y reconocer cómo las mujeres han contribuido no menos que los varones a nuestro desarrollo, y la mayor parte de las veces en condiciones bastante más adversas, partiendo con desventaja, excluidas a menudo de una educación igual, expuestas a la infravaloración, al desconocimiento e incluso al despojo de su aportación intelectual.
Debemos reconocer que aún falta mucho para brindar el verdadero sitial que le corresponde en la sociedad, por lo que es necesario liberarla de toda forma de violencia, discriminación y exclusión; por eso invito a las autoridades a fomentar el respeto a su dignidad en todas las instancias de la vida social, a preservar su integridad y castigar con todo el peso de la ley a quienes atenten contra su vida. De esta forma iremos logrando que la paz social que tanto reclamamos llegue también a ellas.
En agradecimiento a todo el bien que han realizado y están realizando por sus familias y la humanidad, invoco a todas los fieles, a las personas de buena voluntad y a todas las instituciones públicas y privadas, a  trabajar intensamente para devolver a las mujeres el lugar que le dio la Providencia en su designio creador y redentor.
Pido a María Santísima, modelo de mujer virtuosa, bendiga a la mujer peruana, riqueza espiritual y moral de nuestro pueblo y podamos enriquecernos de la belleza espiritual con que Dios la ha dotado.
                       Trujillo, 08 de Marzo del 2012.
                                                           + MIGUEL CABREJOS VIDARTE, O.F.M.

              Arzobispo Metropolitano de Trujillo

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